A.

Puede que me haga la fuerte y la dura, pero en el fondo, y por mucho que me cueste admitirlo, soy la mas blanda de todas, ante lo desconocido me asusto y a la mínima me hundo. Si las cosas no me salen bien a la primera siempre tengo dos opciones, volver a intentarlo o que se me eche el mundo encima, normalmente suele pasar eso. Aunque por otra parte también tengo mi lado descarado, ese en el que hago las cosas sin pensar en las consecuencias, ese en el que actúo por impulsos y no por pensamientos. Digo lo que pienso y no me ando con rodeos, mas de una vez la sinceridad me ha jugado malas pasadas. En fin, no soy la persona perfecta ni mucho menos, tampoco me es necesario ser lo. Aquí estoy con mis virtudes y mis defectos, al que le guste, estupendo, y al que no... pues mala suerte. En mi lista de objetivos no aparece la palabra cambiar.