09 noviembre 2011

 Una otra y otra vez las lagrimas resbalan por mis mejilla. En los cuentos que nos contaba mama nunca salían los finales tristes. Nunca salían. A cambio nos contaba historias de amor eterno, historias en las que la pareja siempre vivían juntos, historias de amor, sonrisas y besos. Pero nunca nos contó cuentos que tuvieran otro tipo de final, llamemos los cuentos reales; en esas historias el príncipe no acaba con la princesa, en estos cuentos no hay finales felices, la llama del amor se extingue para siempre, como nunca nos contaron este tipo de cuento no aprendimos a sobrevivir después de que nos ocurrieran, no aprendimos a seguir a delante, no lo hicimos y a cambio aquí estoy yo, llorando, como una tonta.

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